En estas elecciones, no habrá mapa color violeta

Para las próximas legislativas, el oficialismo tiene un panorama sombrío. Derrotas en los distritos más populosos y algunas victorias en otros más chicos. Perdió puntos en provincias propias.

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“El mapa del país se va a pintar de violeta”, pronosticaba el 18 de mayo el presidente Javier Milei, eufórico tras el triunfo de Manuel Adorni en CABA. No ocurrirá. A una semana de las elecciones del 26, los diagnósticos de nueve consultores que dialogaron con Página/12 presagian que La Libertad Avanza (LLA) se impondrá en seis, siete o a lo sumo ocho de los 24 distritos del país. Sumará una derrota, además, en el distrito más populoso: provincia de Buenos Aires, tal vez por una distancia menor a la paliza de 13 puntos del 8 de septiembre. La que pintaba como goleada libertaria en CABA, con más del 50 por ciento de los votos, parece lejos de ser goleada. Mendoza y Salta registran mejores resultados para LLA y los triunfos “seguros” de Entre Ríos, Chaco y Tierra del Fuego pasaron a ser batallas que se definirán por pocos puntos. Todo indica que LLA podría perder en otros distritos grandes como Córdoba -donde también decían que los libertarios cosecharían más del 50 por ciento-, Santa Fe y Tucumán y parecen cantadas las derrotas en Formosa, La Pampa, Río Negro -otro distrito en que los libertarios se consideraban ganadores-, Corrientes, La Rioja, Catamarca, Misiones, Santiago del Estero, Chubut, San Juan. 

Hay provincias donde las cosas están parejas, Tierra del Fuego, Neuquén, San Luis, Jujuy y el pronóstico se hace difícil. La última semana siempre es el momento decisivo en muchísimas elecciones. De todas maneras, el gobierno se juega en la noche del 26 a hacer su fiestita alegando que en la oposición sólo se pueden sumar los votos de los que se denominan Fuerza Patria, una maniobra mediática con la que pretenden no sumar los votos opositores, principalmente peronistas, en Tucumán, Misiones, La Pampa, las dos fuerzas de Tierra del Fuego, Chubut, Jujuy o el Frente Cívico de Santiago del Estero. Un simulacro del escrutinio realizado este sábado terminó en escándalo porque el gobierno pretende instaurar un conteo nacional amañado, cuando no es una elección de distrito único. 

De la euforia a la crisis
 
Este diario conversó el jueves con Federico Aurelio, de Aresco; Roberto Bacman del CEOP; ugo Haime, de Haime y Asociados; Gustavo Córdoba de Zubán Córdoba; Analía del Franco, de Del Franco Consultores; Raúl Timerman, de Grupo de Opinión; César Mansilla, de Nueva Comunicación; Santiago Georgetta, de Proyección y Facundo Nejamkis de Opina Argentina.

Todos ellos coinciden en que hubo un giro decisivo en la situación nacional en los últimos tres meses. El principal impacto proviene de la crisis económica, con la gran mayoría de las familias con gravísimos problemas para llegar a fin de mes. A eso se sumaron los escándalos por la cryptomoneda Libra, luego las coimas del 3 por ciento para Karina Milei en Discapacidad y, tras cartón, el financiamiento narco de José Luis Espert. Para colmo, las cosas siguieron cuesta abajo con corridas cambiarias, idas y vueltas del rescate de Estados Unidos y hasta cierto papelón y sobreactuaciones en la relación con Donald Trump. A todo esto, se le agregan el descontrol, los gritos, el maltrato y las internas libertarias.

 Madre de batallas

Cuando en 2009, Francisco De Narváez le ganó a Néstor Kirchner la elección bonaerense de medio término (34,6 a 32,1 por ciento) por apenas 2 puntos, ese resultado fue suficiente para darle por perdida la elección al peronismo a nivel nacional. No importó nada más.

Como es obvio, no sucederá lo mismo esta vez. La Casa Rosada ya difundió que da por perdida la Provincia de Buenos Aires y los trabajos que circulan ven una diferencia a favor de Fuerza Patria que va de ocho a 12 puntos, menos que el 8 de septiembre. Habrá que ver si esa ventaja se verifica. Por un lado, después de aquellas elecciones, las cosas empeoraron para el gobierno nacional, en especial por el escándalo Espert, pero al mismo tiempo parece evidente que podrían ir a votar adherentes al PRO que no lo hicieron el 8 de septiembre.

 Habrá que ver el resultado final: en la elección provincial la diferencia fue mayor a la prevista, lo que plantea una incógnita para el 26.

Cinco distritos populosos

En principio, en Córdoba parece favorito el exgobernador Juan Schiaretti, de Provincias Unidas. Es un diagnóstico asombroso porque hace tres meses el panorama parecía arrollador para LLA, con Gonzalo Roca como candidato. El desinflado general del mileismo alteró los pronósticos en la provincia mediterránea, aunque no faltan los que siguen viendo ganador al postulante libertario. Todo hace pensar que Natalia De la Sota hará una buena elección.

 En Santa Fe, los consultores hablan de que las cosas están parejas entre el peronismo Caren Tepp), LLA (Agustín Pellegrini) y Provincias Unidas (Gisela Scaglia). La mayoría de las encuestas no ubican a la fuerza libertaria al frente. Igualmente, la última semana será decisiva. Todo puede pasar, incluso que LLA gane o quede en el tercer lugar.

Como era previsible, el oficialismo aparece como favorito en CABA, pero muy lejos de los pronósticos que le adjudicaban más del 50 por ciento de los votos, tal como solía conseguir el PRO en buena parte de las elecciones. En especial, las diferencias son más estrechas en la disputa de diputados, en la que Alejandro Fargosi (LLA) no se aleja demasiado de Itaí Hagman.

La mayor ventaja libertaria estaría en Mendoza, donde la alianza entre LLA y el gobierno radical de Alfredo Cornejo le daría buena diferencia. En cambio, para asombro de muchos, en Entre Ríos -otra provincia donde hay alianza entre LLA y el gobernador Rogelio Frigerio- el oficialismo arrancó con enorme diferencia sobre el peronismo que encabeza Guillermo Michel y se fue estrechando con el correr de la campaña. Aun así, la ventaja sigue siendo para esa alianza LLA-PRO.

 La otra provincia en la que LLA aparece con diferencia a su favor es Salta, aunque la ventaja no es amplia entre María Emilia Orozco (LLA) y Juan Manuel Urtubey.

En Chaco también se concretó el frente entre el gobernador Leandro Zdero y LLA, pero el peronismo unido, con la candidatura de Jorge Capitanich, está palmo a palmo con el oficialismo. El resultado es imprevisible.

Distinta es la situación en Tucumán, donde también LLA partió como favorita, pero las cosas se dieron vuelta y el exgobernador Osvaldo Jaldo aparece como clarísimo favorito.

Más allá de los porcentajes en todo el país, si LLA pierde en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Tucumán, el resultado deberá ser leído como una derrota, sobre todo teniendo cuenta que partió muy adelante en las encuestas en buena parte de los distritos.

 Caídas casi seguras

El diagnóstico no pertenece sólo a los consultores, sino también a la propia Casa Rosada. LLA da por perdidas La Pampa, Formosa, La Rioja, Catamarca, Misiones, Chubut, San Juan, Corrientes, Santiago del Estero. En la versión del gobierno, Río Negro es una provincia que LLA pelea, pero los vínculos de su candidata, Lorena Villaverde, con el narcotráfico, produjeron una fuertísima caída en sus números. Parece casi imposible que gane, como se pronosticaba hace un mes.

Semana clave
 
Hay distritos en que las cosas están parejas, incluso entre tres fuerzas. En esa situación, las encuestas no son un instrumento adecuado, porque las diferencias están dentro del margen de error. En Tierra del Fuego el peronismo está dividido entre Fuerza Patria y Defendamos Tierra del Fuego, lo que le abre la chance a LLA, pese a que Milei no pudo ni hacer un acto en Ushuaia. En Neuquén también parece haber paridad entre LLA y el peronismo, lo mismo que en Santa Cruz, San Luis y Jujuy (entre Provincias Unidas y LLA).

Conflicto en el simulacro

Este sábado se hizo un simulacro del escrutinio provisorio que manejan la Dirección Nacional Electoral, un área del gobierno, que, a través del Correo, tercerizó el operativo en la empresa española Indra, de larga experiencia en la Argentina.

 Pero el simulacro derivó en un escándalo por los cuestionamientos de los apoderados de los partidos que, por ejemplo, vieron que no se computaban 1.600 actas de la prueba. Pero más grave aún es que el Poder Ejecutivo pretende que se haga un conteo oficial nacional, cuando se trata de una elección distrito por distrito. LLA quiere aprovechar que LLA se presenta en todas las provincias y en CABA con el mismo nombre, pero el peronismo tiene nombres distintos en 11 distritos, en los que no se denomina Fuerza Patria. Justamente, no se trata de una elección de distrito único, como es una presidencial, por lo cual no corresponde un cómputo oficial nacional (ver aparte).

El escándalo, que incluyó un retiro de las autoridades del gobierno del simulacro, derivará en que haya presentaciones en la Cámara Nacional Electoral, que es quien tiene la responsabilidad judicial sobre la elección. Desde hace años la Cámara viene reclamando tener también un control sobre el escrutinio provisorio, que tiene máxima importancia política. Sin embargo, los gobiernos no resignan ese manejo. Habrá que ver qué resuelven ahora los jueces Santiago Corcuera, Alberto Dalla Via y Daniel Bejas.  

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