La larga lista de concesiones de Javier Milei a Donald Trump

Bases militares, programas nucleares, minerales estratégicos y "tierras raras", son algunas de las ofrendas del Presidente argentino a la Casa Blanca.

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"What is needed (lo que sea necesario)". Eso dijo Scott Bessent que hará el Tesoro de los Estados Unidos con tal de "apoyar" a Javier Milei "dentro de su mandato". Escribió esa frase en el contundente tuit del lunes y la escalada contra el dólar y la barranca abajo del gobierno libertario se detuvieron. Pero lo que aún no está escrito es la letra chica del contrato, las cláusulas que indican a lo que deberá someterse el país a cambio del salvaje --de confirmarse-- por 20 mil millones de dólares. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intentó aclarar esta semana que el acuerdo "no impone condicionamientos". Las especulaciones al respecto, igualmente, no cesaron. El historial de concesiones que Milei vino haciendo a la Casa Blanca desde que asumió tampoco ayudan en nada a despejar esa incógnita de si él no está dispuesto también a "hacer lo que sea necesario" con tal se salvarse a sí mismo. 

 La agenda de la relación bilatareal entre ambos gobiernos puede dar una pista: la visita de la generala Laura Richardson a la Base Naval de Ushuaia, el Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación en "Minerales Críticos" y la incorporación de Argentina al programa First de desarrollo nuclear norteamericano son algunos ejemplos de un camino ya andado. 

De acuerdo al borrador de la actualización de la Estrategia de Defensa Nacional de la administración de Donald Trump --filtrado por los periodistas norteamericanos Paul McLeary y Daniel Lippman--, la orientación de la política de seguridad norteamericana tiene entre sus metas priorizar el control del "Hemisferio Occidental" en el contexto de la guerra comercial con China. Es decir, recuperar la hegemonía del Río Bravo hacia el Sur. En ese marco, Milei es, de todos los líderes de la región, es más alineado. Ya lo dijo Bessent en el mismo tuit: "Argentina es un aliado sistémicamente importante de Estados Unidos en América Latina". 

 Bases militares

El 5 de abril de 2024, una bandera norteamericana flameó junto a la argentina en el mástil de la base naval de Ushuaia. Ésa fue la bienvenida que el ministro de Defensa, Luis Petri, orquestó para la exjefa del Comando Sur, Laura Richardson, que por primera vez ponía un pie en el país durante el gobierno de Javier Milei. En ese momento ya se rumoreaba con el interés norteamericano en instalar en la zona una base militar propia, lo que fue confirmado un año después por el almirante Alvin Holsey, sucesor de Richardson. Holsey sumó un nuevo aditamento: EE.UU. también pretende crear allí una base de aprovisionamiento para sus submarinos nucleares.

 Según distintas fuentes extraoficiales, de las aproximadamente 800 bases militares que Estados Unidos tiene fuera de su territorio, unas 76 están en América Latina. El ranking lo encabezan Panamá y Puerto Rico, con 12 cada una; le siguen Colombia, con 9, y Perú, con 8, todos países alineados con el eje del Pacífico. Argentina, de la mano de Milei, podría ser el primer país en abrirse paso a ese alineamiento de la línea del Ecuador hacia el sur. 

Luego de estrechar las manos para el salvataje financiero con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, desde el Gobierno comenzaron a deslizar que está en análisis habilitar la presencia de fuerzas norteamericanas en Ushuaia. 

El interés yankee es evidente: contrarrestar la supuesta "injerencia China" en territorio argentino. En ese punto cobra relevancia el avance de la base militar estadounidense en Neuquén, que siempre tuvo como objetivo contrarrestar y controlar la supuesta base China autorizada por Cristina Kirchner en esa misma provincia en 2012 para la observación del "Espacio Lejano". Milei autorizó, llegada de Richardson mediante, una supuesta inspección científica a esa base. 

 Desarrollo nuclear

El mismo viernes negro en que Luis "Toto" Caputo se patinó 678 millones de dólares para sostener su castillo de naipes, el Gobierno anunció que Argentina se convertía en el primer --y hasta ahora único-- país latinoamericano en sumarse como socio al programa nuclear civil de Estados Unidos. Fue bautizado como "Programa de Infraestructura Fundamental para el Uso Responsable de la Tecnología de Reactores Modulares Pequeños" (First, por sus siglas en inglés), y lo lleva adelante la Oficina de Control de Armas y No Proliferación (ACN) del Departamento de Estado, comandado por Marco Rubio. 

 La ACN yankee y Rubio están especialmente interesados en el reactor nuclear Carem, que se estaba terminando de construir en Zárate cuando Milei sumió. Se trata del primer reactor de potencia de diseño completamente argentino, con tecnología en la que el país es vanguardia a nivel regional. El problema es que la administración libertaria frenó su desarrollo y cientos de trabajadores fueron despedidos durante todo el 2024. 

A ese tipo de tecnología se la llama "reactores modulares pequeños" (SMR). Se pueden construir en módulos y tienen capacidad de hasta 300 megavatios en potencia, un tercio de lo que producen los nucleares tradicionales. Por su tamaño, su extraordinario rendimiento y su "limpieza" en términos ambientales son un desarrollo clave, por ejemplo, para dotar de enfriamiento a las máquinas que garantizan la inteligencia artificial --muy demandantes de energía-- a lo que ayuda el clima fresco del territorio nacional. 

 Sobre ese punto resuenan todavía las palabras del exjefe del Consejo de Asesores de Javier Milei, Demián Reidel, quien en marzo de este año realizó una extensa descripción de las bondades del clima argentino ante un grupo de CEOs norteamericanos. Argentina, dijo, es “atractiva para el establecimiento de grandes centros de datos, que son el motor que la Inteligencia Artificial está impulsando en el mundo”. "Obviamente, el problema es que estas áreas están pobladas de argentinos", remató Reidel, quien además de economista es físico nuclear. Poco después dejó su cargo.

La paralización de la construcción de Carem guarda relación con la de Atucha 3. Ambas habían sido parte de un acuerdo firmado por Alberto Fernández con China. "Al toque de la firma empezaron a venir delegaciones y funcionarios norteamericanos, para tratar de frenar el acuerdo con China. Y eso mientras el pequeño Carem se abría al mundo como una de las tecnologías nucleares del futuro, que promete mayor seguridad y mucho más conveniencia en inversión para países en desarrollo. Y tecnología de la cual la Argentina, junto con otros tres modelos, es líder mundial", le dijo al respecto Diego Hurtado -exvicepresidente de la Conea-- a Mempo Giardinelli en esta columna publicada en Página/12 en mayo de 2024. 

 Minerales críticos y "tierras raras"

El 11 de abril de este año, Bessent realizó una visita relámpago a la argentina, de unas pocas horas. Aquél fue un día clave: Trump hacía debutar su nuevo esquema de aranceles estrambóticos para el ingreso de productos a Estados Unidos y, en argentina, se iniciaba el nuevo esquema cambiario "de bandas" (posdevaluación) de Milei y Caputo, tras la nueva toma de deuda con el FMI.

Durante ese viaje, Bessent puso sobre la mesa por primera vez la posibilidad de un préstamo para la Argentina directamente desde el Tesoro, lo que terminó de tomar forma a modo de "salvataje" financiero esta semana que pasó. Pero además, fue una oportunidad para iniciar negociaciones para firmar un acuerdo de provisión de minerales críticos, como el litio. 

 La que inauguró esa saga de la entrega había sido la excanciller Diana Mondino. A mediados de 2024, le firmó al Subsecretario de Crecimiento Económico, Energía y Medioambiente del Departamento de Estado de los Estados Unidos, José Fernández, un Memorándum de Entendimiento (MdE) sobre Cooperación en Minerales Críticos.

El acuerdo implicó una inversión inicial de apenas 500 millones de dólares. Lo flaco del desembolso da cuenta de lo atrás que corre EE.UU. respecto de China en la materia: el gigante asiático lidera la explotación de esos minerales en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, donde ya puso alrededor de 3.400 millones de dólares en sus distintos emprendimientos. El objetivo de EE.UU. pareciera ser achicar esa brecha enorme. 

El litio no es el único mineral codiciado para el desarrollo de nuevas tecnologías y la gama es muy amplia: va desde los lantánidos (lantano, cerio, praseodimio, neodimio, etc), al escandio y el itrio, entre otros. Comparten no solo propiedades químicas o físicas, sino que además suelen aparecer juntos, mezclados en la tierra, y son difíciles de separar. De ahí que se haya acuñado el término de "tierras raras", que los abarca. Según un estudio de 2022 del Servicio Geológico y Minero Argentino (Segemar), estos elementos están presentes en ocho provincias y también en la plataforma marítima argentina. Se especula con que hay unas 190.000 toneladas probables de tierras raras en toda la argentina. 

 A Richardson, a inicios de 2023, se le caía la baba al describir el potencial argentino y de la región en ese aspecto, aunque también habló de la cantidad de petróleo, agua dulce y bosques nativos del "patio trasero", como si recién lo hubiesen descubierto, luego de una larga siesta geopolítica --por supuesto, aprovechada por China--. "Tenemos que empezar nuestro juego", advirtió entonces. 

Inteligencia cruzada

La filmación de la "valijera" Laura Belén Arrieta ingresando a Aeroparque sin que nadie le controle las valijas desató un posible escándalo de corrupción --uno más-- del gobierno de Milei. Aún no se sabe qué contenían esas valijas --si dólares o aparatos de inteligencia-- pero lo que sí se sabe es que eludió los controles aduaneros y que quien iba a bordo, la joven en cuestión, está vinculada con Leonardo Scatturice, uno de los nexos entre Javier Milei y Donald Trump y miembro activo de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC).

 Milei fue el principal protagonista de la edición local de la CPAC en diciembre pasado, de la que participaron desde el referente de VOX en España, Santiago Abascal, hasta la nuera de Donald Trump, Lara Trump, y Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

Scatturice es un exfuncionario de la SIDE radicado en Estados Unidos y, a la sazón, exjefe de Arrieta en varias empresas. El vínculo de Scatturice con el trumpismo es tal que se cree que es un facilitador de negocios norteamericanos en el país y que se mueve y destraba acuerdos entre el gobierno argentino y los republicanos en el poder norteamericano, que incluyen servicios de inteligencia cruzados. 

Un dato curioso: se sospecha que el avión privado que trajo a ala comitiva que acompañó a Bessent en abril de este año es el mismo en el que viajó Arrieta con las valijas, un Bombardier 5000, sólo que esta vez le cambiaron la matrícula.

 Seguidismo diplomático

De todas las votaciones en la ONU, la Argentina de Milei hizo seguidismo de Trump, quizás la que quedó más expuesta fue el rechazo, este mes, a la “Declaración de Nueva York”, que reconoce la "solución de los dos Estados, Israel y Palestina" --al mismo tiempo que contra Hamas--. El Gobierno votó por la negativa junto a Estados Unidos y otras islitas como Micronesia, Tonga, Nauru, Palaos y Papúa Nueva Guinea. El país estuvo de espaldas a las 142 naciones del mundo que dieron el sí. 

"Es un voto en contra del derecho internacional, en contra del derecho de los palestinos a un Estado, en contra de la solución pacífica de la controversia. Y es esencialmente un voto en contra de la Argentina", le dijo el excanciller Jorge Taiana a Página/12 en esta nota de Karina Micheletto. 

 "Argentina tiene afectada su integridad territorial en tanto una parte de su territorio está ocupado por una potencia extranjera. Y hoy estamos borrando con el codo la defensa que costó mucho, y costó sangre, por la soberanía de nuestras Islas Malvinas", advirtió.

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